La política y la comunicación son dos conceptos íntimamente ligados, ya que estos ayudan al desarrollo de la sociedad y a la unidad de esta.
La política se ha mudado a los territorios de la comunicación masiva, la radio y la televisión se han convertido en escenas decisivas para la constitución de la vida pública; a la hora de dirigir la comunicación abre un campo entre el ciudadano y el dirigente o mandatario, si esta comunicación no es clara ni veraz, la democracia decaerá y el mensaje no será procesado correctamente.
Hoy en día en política hay que inventar formas nuevas de comunicar públicamente, gracias a todo esto la comunicación se ha convertido en el símbolo mas potente del nuevo siglo y tiene como fin acercar al hombres y mujeres a valores, culturas y sueños; cuando llegan las votaciones los individuos que ejercen el sufragio son personas que hay escuchando en la radio, visto en televisión o leído en los periódicos, las propuestas de los candidatos, ahí es donde se ve claramente el buen uso de la comunicación en la política.
La comunicación también hace parte importante en la política monetaria, ya que los bancos centrales únicamente poseen un control directo sobre los tipos de interés de muy corto plazo. Sin embargo, para lograr los objetivos de estabilidad de precios y crecimiento cercano al potencial, se necesita una comunicación efectiva y una política creíble, ya que estos son elementos fundamentales para lograr dichos objetivos. Para que la comunicación de los bancos centrales sea efectiva, es importante que ésta se disemine a los distintos agentes económicos, cuyas decisiones de consumo, inversión o ahorro dependen en gran medida de sus expectativas futuras sobre la evolución de los tipos de interés.
Una buena estrategia de comunicación puede incluso evitar en determinadas
circunstancias movimientos en los tipos de interés. De todas formas, y a pesar de que existe un consenso general sobre lo beneficioso de tener bancos centrales transparentes.
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